Music

sábado, 27 de abril de 2013


Versión I Concurso de Poesía de 'diariodemujeres.com', bajo el tema: "los abuelos"


  I

Agua, dime algo,
agua,
inexistente,
como el calor,
y el color,
que tapó el choque,
de mármol y madera,
a quien aún veía el sol de ayer.

Pero callas,
y permaneces,
en estas nubes,
que blanquean,
que matan,
a esta luz,
que sólo es luz,
por cortesía.


Agua, dime algo,
agua.

No olvido que me buscaste antes,
en mi camino,
en busca de cariño,
cuando por primera vez,
miré al cielo en vez al suelo,
respiré,
y con tu aire mi alarma
de buscar el carcaj en mi espalda
encontrarlo,
mirarte,
y no importarme nada
sólo a flechas,
atravesarte.


Pero no vi más que nubes,
aun cuando hablaba,
algo imperioso,
¿un compañero?
¿un camino?
abierto,
a otro fin,
de mi destino.


     II

El blanco está
tan muerto,
que ni tiene sombras.

Tú, luz.

Tú, cielo,
omnipresente,
en mis pensamientos,
en mis caminos,
vacíos,
entre acompañantes,
entre calles,
de piedras sudadas,
a gotas,
de tu rocío.

Agua no calles,
agua dime,
perdida,
en tu inmenso,
en tu alcance,
sólo a ti te veo.

'¿quién eres?'
me contestas,
soy como tú,
la niebla,
como tú,
la lluvia,
palpable y etérea,
a donde todo llega,
más cuando sueño,
y menos despierta.

Dime, ¿qué harás?
cuando tus gotas,
resbalen por su mármol,
y se condensen,
mirando su madera,
la que aun mirándola ya no ve,
asustadas esperándose unas a otras,
para caer,
sobre el roble,
que ahora la guarda,
que también vio el sol,
que tapaste,
en estos días,
que no terminan.

No había personas,
ni pájaros,
ni viento,
solo silencio,
mis pasos,
y El blanco.

         III


Son tus truenos,
a mis recuerdos,
la prueba de que fue cierto,
el sonido,
de madera y mármol,
resonando,
en nuestro silencio,
en cada hueco,
como tú,
agua,
que a todo llegas.

Son las cuerdas,
que ayudan ,
al descenso eterno,
-de sepultureros-
la únicas,
a las que agarrarme,
en el mar,
de impoluto mármol,
bajo el cielo,
de nubes y niebla,
luchando ambos,
por ver quien brilla,
más claro,
más blanco
Más alto.


Ellos son,
quienes aún alrededor no estando,
guardo dentro,
tras mis parpados,
despierta,
y en mis descansos,
espontáneos,
robandome atención,
y sentimientos,
en compañía,
de vivos,
sin los cuales,
muero,
como ellos.


   Epílogo

yo soy piedra,
yo soy madera,
nos perteneces,
como el agua,
a su sendero,
que a todo llega,
aunque no quiera.

¿quién eres?

quien aspira

viernes, 19 de abril de 2013



Perdona que te escriba a lamentos,
por echarte de menos,
cuando aun te tengo.

Perdona que te avise,
que te pida,
que no me eches,
si me voy,
y algún día vuelvo.

Si solo pudieses
mirarte
en el espejo,
que pulo
y pulo para ti,
para que te veas
desde lejos,
incluso perdido
en las ciénagas que te regalas,
buscando triste
un cuchillo 
que consuele a tu alma.

Ya me has regalado
tu voz,
la mía,
incluso la poesía.

Te escribo,
con la sangre, 
que te acusaba, 
de tener en las venas.

Con algo entre ceja y ceja,
y con el corazón entre piedra y piedra.

En esas venas,
por las que pasa mi alma,
derretida,
por ti,
a ti,
conocida.

Alma,
que merecería,
estar rota,
por ti,
para los días,
que sean días,
y no sueños,
etéreos,
por siempre,
lejos.

Pero 
si es la tierra
la que llama,
¿por que estoy
en este aire?
con tus plumas,
su nido,
y mi voz?
que cómo no
es un pico.






miércoles, 17 de abril de 2013


_______________________________________________________
_______________________________________________________
_______________________________________________________
     I

Agua, dime algo,
agua,
inexistente,
como el calor, 
y el color,
que tapó el choque,
de marmol y madera,
a quien aun veia el sol de ayer.

Pero callas,
y permaneces,
en estas nubes,
que blanquean y matan la luz,
como el mármol,
como la madera.

Agua, dime algo,
agua.

No olvido que me buscaste antes,
en mi camino,
de buscar refugio,
cuando por primera vez,
miré el cielo en vez del suelo,
respiré,
y lo noté distinto.

Pero no vi más que nubes,
aun cuando notaba,
algo imperioso,
¿un compañero?
¿un camino?
abierto,
a otro fin, 
de mi tiempo.


     II

El blanco está 
tan muerto,
que ni tiene sombras,
tú luz.

Tú cielo,
omnipresente,
en mis pensamientos,
en mis caminos,
vacios,
entre acompañantes,
entre calles,
de piedras sudadas en agua,
y entre las gotas,
de tu rocío,
tu respuesta:
¿quién eres?

Agua no calles,
agua dime,
perdida,
en tu inmenso,
en tu alcance,
sólo a ti te veo.

'¿quien eres?'
me contestas,
soy como tú,
la niebla,
como tú,
la lluvia,
palpable y etérea,
a donde todo llega,
más cuando sueño,
y menos despierta.

Dime, ¿qué harás?
cuando tus gotas, 
resvalen por su marmol,
y se condensen,
mirando su madera,
la que aun mirándola ya no ve,
asustadas esperándose unas a otras,
para caer,
sobre el roble,
que ahora la guarda,
que también vio el sol,
que tapaste,
en estos días,
que no terminan.

No había personas,
ni pájaros,
ni viento,
solo silencio,
mis pasos,
y el blanco y muerto cielo.

         III


Son tus truenos,
a mis recuerdos,
la prueba de que fue cierto,
el sonido,
de madera y marmol,
resonando,
en nuestro silencio,
en cada hueco,
como tú,
agua,
que a todo llegas.

Son las cuerdas,
que ayudan ,
al descenso eterno,
-de sepultureros-
la únicas, 
a las que agarrarme,
en el mar,
de impoluto marmol,
bajo el cielo,
de nubes y niebla,
luchando ambos,
por ver quien brilla,
mas claro,
mas blanco.


Ellos son,
quienes aun alrededor no estando,
guardo dentro,
tras mis parpados,
despierta,
y en mis descansos,
expontaneos,
mis recuerdos,
robandome atención,
y sentimientos,
en compañia,
en momentos,
sin los cuales,
en mi vida muero,
como ellos.


   Epílogo

yo soy piedra,
yo soy madera,
nos perteneces,
como el agua,
a su sendero,
que a todo llega,
aunque no quiera.

¿quién eres?

quien aspira
________________________________________________
________________________________________________
________________________________________________

Sentiré por ti,
lo que tú no sientas,
aunque no me lo pidas,
aunque no lo creas bueno,
aunque no sea bueno.

Seguiré siendo tú,
incluso cuando tú ya lo hayas olvidado,
por no aceptarlo,
por no olvidarte,
por recordarte,
a ti mismo,
tu vida,
rebosante,
que tú mismo 
has dejado,
queriendo
a un lado del camino,
por enfadarte,
contigo,
aunque tengas motivos.

viernes, 12 de abril de 2013


Cuento conque el problema,
era mío,
por guardar entre sedas,
propaganda, 
que le sueltas, 
a cualquiera.

Y las palabras,
quizás certeras,
seguro mal fundamentadas,
que me regalas,
con una mano en el bolsillo,
y otra en mi espada,
arreglando a cuchilladas,
epidemias,
que luchan con una cara,
de sonrisa falsa acaramelada.

Quizás no deba buscar tu perdón,
y merezca tu daño,
pero quizás tú ni quieras mi comprensión,
y merezcas mi rechazo.

.


Hola
Amor, hermano, amigo.


.

Háblame tú,
voz callada y presumida,
de cómo era su alegría,
de cómo separaba esa piel,
aun lisa,
el aire que tus pulmones desprendían.

Cuéntame cómo se movía,
por qué reía,
y cómo descubría,
quién era,
qué quería,
la vida.

Descríbeme cómo era,
aquel joven,
que ya es hombre,
y necesito poco menos,
que cerillas y gasolina,
para encontrar en él,
alegría,
que no simpatía.

Explícame,
recréame,
en esa energía,
aliada y amante,
de la juventud,
de aquellos días.



martes, 9 de abril de 2013



.

No suelto,
temores paranoicos,
en cazuelas,
cocinadas a fuego lento,
que si bebo,
triste me muestro.

Será porque a versos,
no me muevo.
¿Sensible?
que triste que me quieras,
con coraza,
a piedra.
¿Insegura?
vete a la mierda

.


Ahora imagino,
juego,
a volver atrás en el tiempo.

Fantaseo con aparecer,
en tu ventana,
en una de esas noches,
que tanto pensabas. 

Te imagino sorprendido,
quizás asustado,
o quizás aceptando,
dando la demencia por sentado.

Pero yo sólo querría decirte,
que olvidases,
tus sigilos,
tus máscaras,
y tus simpáticos esquivos.
Sólo por esta noche,
estaré aquí,
contigo,
enamorada y
sin consecuencias mañana.

Me pregunto,
por ser educada,
qué harías,
pero en el fondo no dudo,
de tus pasos,
acortando espacio,
y de mi en tu brazos.

Me contengo,
por ser considerada,
pero luego,
antes de entrar en sueño,
pensaré en ello,
intentando abrazarme, 
a aquel aliento,
que parece que bebo.

      ---

Regalarte esto,
ojalá pudiese ahora acudir,
a tus gritos de aquellas noches,
en las que luchabas,
contra el fuego,
con tus mismos dedos.

Y respirar, 
como pez, 
que sale a la superficie,
solo un momento,
para luego volver abajo,
a buscar sus pasos.


Esta noche quiero recordarte
aunque me suponga lágrimas,
más evitables
y menos regaladas

Esos mensajes de
'en 5 min llego'
diciendo en realidad
no una cortesía
sino lo que sentías
cuando descubrías que te buscaba
en ese momento.

En ese momento
el tiempo era nuestro
y el aire que respiraba
tocaba el aire del cielo,
cielo que tocaba el mismo aire
por el que se deslizaban tus dedos
entre teclas respondiendo.

Voy a abrir mi armario
y ver los pijamas de verano
con los que yo,
más caprichosa
y menos avergonzada
te mostraba
pudorosa
a tirantas
lo que te esperaba.

Me regalabas ser mío,
un ingrediente más
de lo que por mi desesperabas
y yo lo amaba.

Por ello olvida todo esto
e imagina que son tus versos
porque qué gran mentira
considerarme con las riendas cogidas
por disfrutar de tanto que me querías,
pobre de mi al pensarlo
pues es por eso que soy 
yo más tuya que mía.
Que estoy perdida
porque te amo
y cultivar tus sentimientos
no ha sido más que un espejo
en el que me veo dueña
del cedro más viejo.
     ---

Que astutos,
sin quererlo
son tus métodos.
Te creía encaprichado,
más tú de mi,
quizás demasiado,
enamorado,
pero qué gran mentira
cómo me has engañado
y cómo disfrutaría
si te enorgullecieras
de tus méritos
alcanzados.



'Soy fuerte'
te dije
'ya me acostumbraré'
te impuse.

Alabo a mi cabeza,
por lo diestra,
por lo fría,
por lo certera
pero mírame 
con miedo a mi misma
por no acatar sus reglas.

'Necesito que me sigas enamorando'
podría decirlo
pero prefiero seguir pensando
lo especial e inolvidable que me creías
y ver que ya no tanto.

No es que me hagas daño
esque te echo tanto de menos
y hace tanto que
viéndote no te veo.

Ojalá me hicieras daño,
ojalá sintiera por ello
algo,
algo y no esta nada
que tan familiar me sabe
a olvidar a alguien
aun cuando permanece
entre tus últimas 
llamadas perdidas.

Puedo pedirte,
y rogarte,
que imagines,
colores mixtos,
en versos sumisos,
y moldeados,
por un amor nunca antes visto.

Cómo ha cambiado,
cómo me has frustrado,
me sentía tan fuerte,
contigo,
todas mis cualidades,
tenían sentido.

Eras mi escritor,
y mi guía,
por ti hasta imitaría,
ser patosa, distraída,
y ver tu sonrisa,
con ojos que me hablaban,
de lo que le gustaban,
que tuviera la necesidad,
de que me cuidaras.

Antes me enamoró,
que tú tu amor,
acosándome por las noches,
susurrándome y cantándome,
'no habrá nadie que te quiera como yo',
si no quisiste que perdiese la humildad,
mira que mal,
pues convertiste mis noches de soledad,
en tu juego de admirarme,
y respetarme,
sin decirme verbalmente,
'mira quien soy y qué te puedo dar',
"resístete si puedes",
se te olvidó terminar.

Que te de igual lo hecho ya,
tu ausencia me hará escribir más,
letras que,
como a ti te pasó,
nunca llegarán.

Pero no te sientas mal,
por encima del dolor,
me siento afortunada,
por lo que me dabas,
ni siquiera me has querido entero,
y ha sido en cantidad tanto,
me sentía tan especial,
es tan virtuosa y pura,
tu forma de amar,
que por haberte conocido,
ya no seré para nadie,
alguien más.




Me guardas,
entre tus manos,
lugar,
tan querido,
queriéndome tanto,
quizás,
me espíes,
mientras duermo,
pensado si cabe,
que a alguien especial,
has encontrado.

Suelo despertarme,
y tu aun sigues dormido,
soñando seguro,
que si conmigo no te quedas,
sólo te quedará rezar,
por volver con una,
una,
que te amó hace tanto tiempo,
que creo que tienes hasta derecho,
de intentar volver a su pecho.

Pero tú no tienes fe,
tienes miedo,
de cambiarme por un fantasma,
y seguir el plasma,
que deje a lo largo del camino,
que tú le marcas.

Bien nacido,
pero maldito,
maldito por no poder amar,
por ya haber querido.

Pero yo fantaseo,
y te imagino,
volviendo con ella de nuevo,
y me pregunto,
si será muy falso,
imaginarte triste,
por tenerme lejos,
con ella,
en tu cama durmiendo.

Descubrí una voz,
moribunda,
que lo que le quedaba intacto,
se lo quitaba,
ella misma a palos.

Casi sin saberlo,
le llevé mi aliento,
y sin pensarlo,
la até a mi lado,
necesitándola,
cuando quería gritar alto.

Quizás gritamos juntas,
o quizás no,
pero su vida,
eran los palos.


lunes, 8 de abril de 2013


.


Ambos cojeamos,
del mismo ala,
¿será el karma?


.

Escribo a esfuerzos,
doliéndome tener un mundo,
encerrado,
sólo visible,
cuando te abrazo,
no me ves,
y relajo los párpados.

No tengo derecho,
a golpearte con esto,
pero,
¿hasta dónde es problema mío?,
no voy a estropearlo,
cuando sepa expresarlo,
sin exagerarlo,
y sin que calles preocupaciones,
por no hacerme daño,
lo tendrás en las manos,
llenas,
donde ya no quepan las mías.

Para los 17


Te siento lejos,
me siento sola.
Te siento viejo,
me siento paranoica.

Tantas veces estás absorto,
preludio ausente a un chorizo,
de palabra regaladas,
socialmente aceptadas,
para responder,
'no pasa nada'.

Pero es que es malo,
es malo precioso,
porque si lo acepto,
para la próxima ya no siento,
me vuelvo fría,
y tus manos, tus besos,
tus susurros y tus versos,
me son ajenos.

Una coda que sólo ensucia,
el recuerdo de aquello,
por lo que cambié mi beso.

Algo de otros,
algo.

No son celos,
simplemente,
tras esto,
pierde significado,
y ya no-me-llena-tanto.

No tienes que calmarme,
no pataleo.

Por otra parte,
encuentro consuelo,
en cariños de otros,
pero no es lo que quiero,
no es justo,
no quiero un sustituto,
no quiero ni tener que reconocer,
que me han dado algo,
que queria de ti,
y tú has dejado en blanco.

Aun así a veces te veo,
mío de nuevo,
mirándome,
regalándote,
y siento que te quiero.

Pero después vuelves a estar lejos,
y mi cabeza grita,
'échame cuenta ojos negros',
y no pasa nada,
y duele pero más si no te lo cuento,
y si me acerco,
¡cuidado!
que dependo.

Y cómo terminar sin decir,
que a zarpazos suaves,
lo que arañarás será la pared que quede libre,
cuando yo no esté.

.





Que pesen mis palabras,
sobre tus miedos.






.

Veo cómo muero,
a trocitos de tu cuerpo,
que me dicen no te vayas,
pero por favor gústame.

Dicen que es mentira,
que sólo son habladurías,
la existencia de una llama,
que hoy en día sólo fue.

Y te crees que no hay salida,
que solo vas a la deriva,
y que jamás habrá alegría,
como la que ella te dio ayer.

Y yo veo tus intentos,
de distraerme con tu cuerpo,
y con alguna risa hueca,
entre labios de papel.

Quizás me veas un poco sorda,
un poco ciega, un poco tonta,
a tus ojos de mayor.

Sé que existen otras,
independientes y bohemias,
con gorros parisinos y tacón para correr.
Si soy deficiente,
no es suficiente,
para huir de unos ojos que me dice decepción.

Si crees que no me importa,
mírate al espejo,
cuando tus ojos gritan si tus labios no hablan.

Mírame,
diciendo que callas,
que por mi tu voz canta.

Siéntate en la hierba verde,
testigo de esas palabras paganas.

Y yo veo cómo muero,
a trocitos en tu cuerpo,
que me dicen no te vayas,
pero por favor gústame.

Por muchos cariños entre pantallas,
o besos de píxeles,
volverá a pasar,
yo volveré a escribir,
y tú me volverás a acunar.
Pero no es un ciclo,
de doble barra y dos puntillos al final.
Quizás llegue el momento,
en el que piense,
que si fuese realmente valiente,
te dejaría para devolverte.

Tus poemas, tus recuerdos, tu condena,
mendigo, dolido,
pero amante.



Cuando cae la noche y todos descansamos,
si yo te sueño,
tú no duermes.
Estás en mi cabeza,
regalándome,
lo que mis pensamientos desean.
Y al día siguiente,
te hallo,
somnoliento y yo confusa,
no puedo evitar sonreir y pensar,
'es mi culpa'.



¿me has visto?
¿ dubitativa,
con la mirada perdida,
intentando arreglar,
a galimatías,
un te quiero,
escondido entre lineas?

¿Por qué el aire,
es tan espeso,
cuando camino a tu lado,
y no,
ni un dedo?
¿Por qué tienes ojos,
que me vigilan,
para que no me lance,
a besar,
la forma en la que,
pie sobre pie apoyas,
cuando te sientas,
con la guitarra encima?
Imagino que la tocas,
para usar sus cuerdas,
como lazos,
y atar mis manos,
obsesas,
por acariciar.

¿Sería una osadía,
hablar ,
de mis pupilas,
que no están chicas,
si tus ojos,
o tus versos,
cada cual más certero,
me arrastran,
a imaginarme..?

¿Qué sería de mi,
si tú me vieras,
apoyada en la pared,
con medio corazón fuera,
suspirando por ti,
a tus espaldas,
sin que  me oyeras?

¿Se burlan de mi,
los cordones de tu sudadera,
que en tu pecho me esperan,
ofreciéndose de excusa
y cuando te vayas,
me mire las manos,
y te eche un poco de menos?

Sé que sospechas ,
que grito te quiero,
cuando me pides,
cada noche,
una respuesta,
a tus sentimientos.



No hay letras que usar de moldes de tus rizos,
como tampoco hay remedio a mis razones,
que paranoica me hayan,
a la 1 de la mañana,
buscando el consuelo,
 de la calefacción a tu ausencia.

No hay melodía curvilínea que,
dibujada  sugiera,
las curvas con las que te rodea el cuello tu bufanda.
Así como no hay freno a mis mil palabras,
siempre atentas a ver qué les regalas.

No hay pajarito que rebusque más migas en el suelo,
como mis ojos releyendo una y otra vez tus versos,
o mi corazón escuchando y acompañando en secreto,
 al tuyo haciendo eco.

Y no hay objeto que con la mente no mueva,
mientras peleo con los dedos,
borracha,
de sueño,
con miedo,
a depender de tus besos,
a tenerte lejos.

Mi frente vibra,
y mi lengua libre,
me hablan por caminos separados,
quien era yo y qué solía sentir,
ahora sólo te puedo pedir.











No te quiero entre paredes de un piso frío,
blancas,
sin sol,
frías.
No te quiero en calles de ciudades frías,
sin blanca,
solo,
frío.

Te diré lo que veo,
veo huesos, veo un esqueleto,
porque si tienes músculos o heridas abiertas,
la misma pena me da,
sé que pagas el dolor con tu cuerpo.

En protector y guía te identificas,
crees que estás en una jaula,
pero los barrotes no están tan lejos,
componen tus costillas,
estás tan podrido como yo, hermano,
que también miro al lejos,
pero el problema no es de ellos,
es del camino que escogemos.
Pero aun guardo esperanzas,
a que cada uno haga lo que crea por lo que ha vuelto.

Te hiciste encajar y aquí estás,
chulesco y con nosecuantos litros,
de esperma de menos.
En otro mundo en el que esas inquietudes que tienes,
no tienen acceso.

No tenía cuerpo,
¿qué era?
¿su ausencia no me exigió un suelo?
¿un techo?
¿un espacio finito heterogéneo?

La oscuridad no importaba,
sólo era el escenario de quien buscaba
tus pies
.
La luz crecía,
seguía sus varios caminos,
curvándose,
femenina,
bailando,
y yo seguía allí deseando acercarme y tocarla.

Algunas de sus ramas ya estaban a mi lado,
cuando la oscuridad éterea me impidió concebir distancias,
me rodearon,
no me tocaron,
quise alzar la mano pero no tenía.
Algunos rayos pasaron de largo y otros me acompañaron,
pensé que iba a pasar algo,
pero ni siquiera el tiempo.

Quise recordar,
buscar en mis memorias y comparar,
pero no pude,
se borraron,
o simplemente no me dejaron.


Odio a tu guitarra por abrazarte,
presumida,
triunfante,
por tocarte,
cuando tu voz besa la libertad de decir,
ésta es mi vida.

Sé que no debo pero,
muero si veo tus ojos,
muertos.



II

Mi adicción es el precio de tu regalo.