Music

lunes, 24 de noviembre de 2014

Quisieran ser naranjas todos los climas,
quisieran ser paja todos los campos
entre olivos
y majuelos.

Se anclan versos
a la tierra seca,
como la hierba alta que araña
las piernas con falda.
Sus mayúsculas enraizadas.
Sus puntos finales
a la altura de donde rozan tu manos
al pasar
para levantarlos como pólen
por ésta luz dorada
que enrojece tus mejillas
y le da brillo a tu espalda.
Ilumina tus brazos,
más míos que del arco
y se deja tumbar en tu pelo.
Por mucho que gires,
por mucho que rías,
por mucho que seas más alegre,
amor,
que la luz
y la poesía.


domingo, 23 de noviembre de 2014



También quiero olvidar decir recuerdo,
ser modelo de referencia a la propia alegría,
no volver jamás atrás
porque me rebosen las manos 
de caricaturas dibujadas en tu cara
a cada égloga marcada
con el descaro de ser
quien quiero que quieras.





viernes, 21 de noviembre de 2014

Quédate
en el cubículo desierto
donde imprimas como rey
cada uno de mis precios.

Oblígame,
demuéstrame que no hay remedio
que es más tonto que un verso
esperar verte algo viejo.

Tenemos tiempo de ser buenos
a cada losa que pisamos
tenemos tiempo para arreglarlo
a cada tramo que avanzamos.

Ignoras ríos de llantos
que ya no cambian tus actos
si encaprichas un Noquiero
que te salga de los...
dedos.

Ataste cordones
 sin ser los mismos zapatos
quisiste correr fuerte y te quedaste
en el suelo enmoquetándolo.

Ríen y apoyan tus pericias
imitando ser hermanos
pero es solo porque mueves
sus vidas de fracasados.

Incongruente con las manos
no consecuente con tus actos
de ser centro coordenado
al orden del enamorado.

Pasivo a piropos
camuflados en  zapatos
de quien pinta con urgencia
su piel para vendértela.

Oblígame,
demuéstrame que no hay remedio
que esto es más tonto que un verso
esperar verte algo viejo.

Tenemos tiempo de ser buenos
a cada losa que pisamos
tenemos tiempo para arreglarlo
a cada tramo que avanzamos.

viernes, 14 de noviembre de 2014


Recordar la terapia
de ser acunada en esas manos,
con su dorso suave,
sus nudillos cuadrados,
color madera y uñas aplanadas
para tocar las cuerdas
que sin darle prioridad
tanto nos cantaban.

El cariño compulsivo
hasta en la duda
de qué callas y cómo esperas vivir
nuestros próximos días
sin aún conocernos nada.

Que ignoraras defenderte
por aprender a callarme
con el verbo de cuatro letras
enseñándome qué pedía en 21 años
con cada una de mis quejas.

Escuchar tu timbre
ser humilde con el aire
porque no existen risas nerviosas,
por compromiso,
educadas
o pretenciosas.
Crear algo sincero
motivado por mis gestos
en el idioma de versos
que usas con la seguridad del descaro
de vivir como considero.







Se cansa la mente joven,
se para en la nube del blanco infinito,
se hace sumisa a los golpes
viviendo por y para la calma
tras terminar
hasta que mañana
vuelva a la carga.








martes, 11 de noviembre de 2014


Se fabrican millones de lápices
de colores
en el tiempo que tardas en aclararte
sobre:

Que eres tú quien debe buscar mi tiempo,
mi aprobación, mi constante deseo.

Que eres tú quien se debe preocupar
por consolar, por preguntar
sobre tus errores de inexperto
en ser tratado bien
por la compañera que tengo.

Que eres tú quien debe controlar
la parla mónica,
las palabras monosílabas
al enfurruñarte
porque no salgan
tus planes.

Desafiar al vacío con la constante
de Afrodita
que supone quedarse
aun con todo esto delante.
Un no
a las balanzas,
los muelles,
los juegos,
los sí 
pero no luego.

Quiero el césped
de hojas perennes,
brotes verdes
lo pisen o lo rieguen.

Arrojar al vertedero
el manual de todos los posibles versos
sobre 'te echo de menos'.
Inmacular la inocencia
con la transparencia
del 'no te pierdo'.

Andar por encima del suelo,
descubrir con emoción
que le podemos
al opaco cotidiano 
con la alegría que firma la juventud
porque amor
tú ya estás dentro.

Dejarnos descubrir por terceros
como compañeros fieles, 
incondicionales ante su intento
de desear jugar
con la ilusa seguridad 
de quien no me conoce nada
para sorprendernos.



jueves, 6 de noviembre de 2014


La roca rota por la ola
en el instante de elección de silencio
sobre tu música de consuelo
por la libertad
que parece que no te dejo.

La ola rota por la roca
de tu expresión férrea
equivalente a
muy bien
pero no me sigas
tan de cerca.

martes, 4 de noviembre de 2014


Estabilizar el cordón que une tus zapatos,
ignorar a boca abierta los regalos de la mafia afincada,
abrazar con seguridad tus dudas
y darle sentido a que las tengas
para sentir la cura
que supone disolvértelas.

Pisar en orden
las piedras del individualismo
de puntillas y girando
como el ballet de la música que oímos
al decir:
estás conmigo.

Presumir como leones de lo que tenemos
en la sutil balanza de juego
frente a amores cenicientos
de la ciudad adoquinada por un:
cuantos más,
más seguro me siento.

Necesidad de desesperarte,
que arañes el aire por atraparme,
verte temblar ante la compostura
del tú aquí y yo lejos.
Molestar al silencio bajo el algodón
y ver fuera la calma.
Hacer grande
el refugio de mantas,
que sobre espacio
y que tiembles de emoción
al conseguir mi piel
cada vez más cercana.

Que me llames poeta
para valorarme quererte en versos.
Que me digas que te importo más
porque ya es que te importo.

Ponerle voz a tus osadías musicales
tener presente el:
te acierto
en lo que expreso.




sábado, 1 de noviembre de 2014


Lo único que soy es una experta
en detectar y curar
incomodidades de tu cabeza.

Como buena profesional
que sus reacciones exagera
subrayadas con faber castell
poniéndolas en bandeja.

¿Quién dedica
tantas neuronas como
ocupa el capuchón
a percibir
tras hablar
cómo me sienta?


Somos lo programado,
la ausencia del directo,
de conversaciones de madrugada,
de momentos espontáneos
consecuencias de un quiero.

Te espero
y te calmo
los malos humos no programados,
los nervios del directo
de conversaciones que usas para ir confesando
entre momentos de llantos
ajenos quieros espontáneos.

Rodeos mis recuerdos
acechando
e insultando al tiempo
como un gato agazapado:

Antes de despertar,
antes de dormir,
te tenía en la ventana.
Yo con la boca bien cerrada,
seguro,
y tú con los ojos bien abiertos.

No dolía madrugar
si el objetivo era
que en mi pelo
te escondieses
y respirases con ganas.

No molestaba el frío
si el objetivo era
que en mis hombros
olieses la menta
del jabón con el que los lavaba.

Querías estar al tanto
de qué te miraba
a veces tú
y a veces hacías que acabase
yo
quien empezaba
sonrojada.

Y sé que eres de izquierdas
te decía.
Y más interesante era
dejar que me arrinconaras.

Sigo usando menta
pero echo de menos
que te suponga algo olerla.


P.d: Champú "Geniol" con extracto de Menta.