Se me va la voz
como el recuerdo
del susurro
de tus versos
que dices lejano
que ni son
ni fueron.
Se me va la voz
que me regalaste
con tus dedos
en mis cuerdas tocando,
despertando,
la parte de mi
que hoy enterramos.
Pero no hay cielo sin sombra
y tu me das la esperanza de una nube
que sea lo que mañana fue
un suspiro,
un cuidado,
un termina ya
que nos vamos.
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