Encontró la sal
aliento abandonado,
en la mar.
Ignoró órdenes
de alisios mal criados
y se tomó su tiempo
en contar olas,
o quizás gaviotas.
Buscó entre nubes,
la más alta,
encontró una azul
que empujó hasta tu casa
para llorar por él
lo que ya no le quedaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario