De palomitas es mi acecho,
mi presencia
si quiero ir dando miedo.
No soy buena en éstas cosas,
perderse en verborrea indiscreta
con la elegancia de no me mancho
pero a ti te pringo
obcecado en la autoridad
de la inocencia de mis actos.
En conclusión, es incómodo
hacer como que no siento,
soplar por las orejas
y no poder sacar mis decibelios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario