Music

jueves, 25 de julio de 2013

Rompí la lírica
de musa acartonada,
propiedad del ego,
profeta de siervas,
cegadas.

Después cimientos
y cadenas
con polvo por tiempo.

Sangre oxidada,
agua salada,
gritos a ciegos,
que poco le importaban
algo más que su espada.

Pasaron de lejos,
cuervos negros
que eché queriendo.

Pulcro suelo que limpié
y no por ti,
porque quise.

Pero no importó,
que el agua,
ardiente,
lloviera.

y aun así,
volvería,
a convocar tormentas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario