Music
domingo, 12 de julio de 2015
No puedo
arrastrarte con el sol
en su próximo Oeste
y aun así no es lo que quiero:
que desaparezcas en su Este.
No puedo
ignorar mis raíces en tu ombligo
ni disfrutar de un pecho limpio,
sobre el que dormir,
por mucho que me cuide
a caricias en la espalda
mientras te busco, amor mio,
entre los pliegues de las sábanas.
No pueden
recular las balas
de tu 9 milímetros,
automática y con recarga,
que estropea mi piel,
por otros alabada,
formando surcos con tu nombre
que dibujo con el dedo distraída
mientras esos otros
me tratan como me gusta:
a humildad y osadía.
No puedo desbeber el aire
que se deja succionarse
sin desdibujar mi tráquea,
que arde autoritaria
por presentarte
en bandeja de plata
que no va a cambiar,
que eres tú y nadie más,
de quien quiero beber
de atardecer en mañana.
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