Music

viernes, 14 de noviembre de 2014


Recordar la terapia
de ser acunada en esas manos,
con su dorso suave,
sus nudillos cuadrados,
color madera y uñas aplanadas
para tocar las cuerdas
que sin darle prioridad
tanto nos cantaban.

El cariño compulsivo
hasta en la duda
de qué callas y cómo esperas vivir
nuestros próximos días
sin aún conocernos nada.

Que ignoraras defenderte
por aprender a callarme
con el verbo de cuatro letras
enseñándome qué pedía en 21 años
con cada una de mis quejas.

Escuchar tu timbre
ser humilde con el aire
porque no existen risas nerviosas,
por compromiso,
educadas
o pretenciosas.
Crear algo sincero
motivado por mis gestos
en el idioma de versos
que usas con la seguridad del descaro
de vivir como considero.



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