¿Quién se salvará
cuando calmes mis vigilias,
cuando ahueques sábanas
en la oscuridad que nos intimida?
¿Quien quedará entero
para decir con alegría:
'no pasa nada, a esperar sin compañía'?
Y¿quién será las plumas que vuelvan
a buscarme por inercia
moldeadas por la brisa
de caminos que, aceptémoslo,
no comparten más
que la resignación a aprovechar
persistentes cariños
unos pocos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario