hay un río que no recuerda
a quienes en su caudal
sus huellas marcan.
Hay hierbas secas que arropan
un rectángulo en el suelo,
el dorado en el cielo
y dos plumas que se adoran.
El agua corrió
y nuevas hierbas germinaron
así es como el olvido ganó
heredando el apellido pasado.
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