Truenan, arrastran las estrellas
con sus picos por la arada entre olivos
en la noche cuando el aceite duerme
en sus nidos desde donde se asoma
a ver porqué no lo hace el rastrillo.
Tintinean y las unen rayos de tormenta
marcando trazos blancos en la tierra
como venas en el suelo
que se verán desde lejos
pero no en el nocturno cielo
porque no hay espera
de que siga existiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario